Mediante una doble estrategia. Por un lado persuadiendo a los usuarios para aumentar su conciencia energética y cambiar sus hábitos de uso de los dispositivos. Esta persuasión puede ser a través de métodos denominados sociales o métodos de interacción con dispositivos físicos interconectados. Por otro lado, mediante la inclusión de una inteligencia en los dispositivos (autoaprendizaje) para que puedan actuar de forma autónoma en busca de una mayor eficiencia energética.

La creación de nuevos dispositivos IoT y la integración con dispositivos inteligentes existentes para poder mejorar la interacción (el canal de comunicación) con los usuarios. El objetivo es conseguir que dicha interacción sea poco intrusiva, permitiéndoles reconocer las consecuencias de sus acciones en el día a día, proporcionándoles impulsos o reacciones para animarles a actuar de una forma energéticamente más responsable.